sábado, 31 de agosto de 2013

Editorial de REVOLUCION OBRERA organo de la UOC-MLM de Colombia.




“El tal paro nacional agrario no existe” fueron las palabras del baboso presidente Santos, desconociendo que las masas de proletarios y campesinos medios y pobres, durante los primeros siete días del Paro ya habían paralizado gran parte del país.

¡Más de 40 bloqueos en 21 de los 32 departamentos hacían sentir la rebeldía de los pobres del campo! “¡No hay paro nacional agrario!” dijo el lame suelas y payaso “Ministro Consejero para el Diálogo Social” Luís Eduardo Garzón, ocultando que decenas de miles de campesinos, proletarios, estudiantes y maestros, mediante bloqueos, combates y “cacerolazos” hacían sentir el rigor de su descontento y la existencia de un contundente Paro Nacional. Apoyado por las maromas engañosas de los bufones ex jefes vendeobreros Angelino y Luís Garzón, el Presidente Santos y todos sus Ministros, fieles representantes de los explotadores y sirvientes del imperialismo, pretendieron minimizar la indignación de los pobres del campo, que lanzados a la ruina y hastiados de mentiras y promesas politiqueras, dijeron ¡basta ya!, y se alzaron en huelga política directamente contra el Estado defensor de los intereses de los grandes capitalistas nacionales y extranjeros, y contra el Gobierno Santos ejecutor de su dictadura de clase contra el pueblo.
Utilizando los medios de comunicación a su servicio, los gobernantes pretendieron ocultar la magnitud de la confrontación, amedrentar y estigmatizar a los luchadores, pero tuvieron que tragarse sus estúpidas palabras y alevosos propósitos ante la evidencia de los hechos: ¡existe un gigantesco paro de los pobres del campo apoyado por sus hermanos proletarios de la ciudad,! Los tales “terroristas infiltrados” son los mismos agentes provocadores de la policía y sus perros amaestrados en lanzar gases, golpear y disparar contra las masas desarmadas. El Gobierno que con promesas y limosnas logró disuadir a los campesinos ricos, sobre todo a los cafeteros, calculaba que podía aplastar al movimiento campesino dividido, pero “el tiro le salió por la culata” pues obligó a los verdaderos trabajadores del campo a tomar las riendas de la lucha: campesinos medios y pobres cultivadores de papa, cebolla y arveja de Boyacá, Cundinamarca y Nariño, campesinos medios y pobres cultivadores de café del viejo Caldas y Huila, campesinos medios y pobres cultivadores de cacao de Santander, campesinos medios y pobres de Tolima, Cauca, Putumayo, Caquetá, Arauca y Casanare, pequeños y medianos productores de leche de Cundinamarca… acompañados de los proletarios agrícolas, han convertido importantes carreteras en hileras de barricadas de piedras, troncos y llantas incendiadas; han rodeado y bloqueado ciudades capitales como Florencia – Caquetá; han desafiado al Gobierno y el terror oficial de sus fuerzas represivas neutralizándolos con la fuerza de las masas; han ignorado los toques de queda en varias ciudades intermedias. Es la poderosa fuerza de los pobres del campo que saltan de nuevo al escenario de la lucha, haciendo oír su voz, después de casi treinta años de ser ignoradas sus aspiraciones y silenciadas por la guerra reaccionaria.

En tanto, las masas de trabajadores de las ciudades capitales han tomado a diario las principales vías convirtiendo la movilización permanente en la forma más efectiva de bloqueo en apoyo al paro de los pobres del campo. Es ésta una gigantesca Huelga Política de Masas contra las clases dominantes representadas en el Estado y en el Gobierno terrorista de Santos, a quien hicieron guardarse su arrogancia, obligándolo a negociar en medio del paro, los bloqueos y combates callejeros. Es ésta una ejemplar lucha, donde los valerosos pobres del campo han dado pruebas de heroísmo e iniciativa creadora para resistir las provocaciones y embates, de la policía, ejército y armada, desarrollado nuevas formas de defensa y de ataque. Han desplegado una ingeniosa lucha de masas parecida a la táctica guerrillera de evadir los combates donde sus fuerzas son débiles y retirarse para atacar nuevamente en otros puntos donde las fuerzas del enemigo son inferiores. La persistencia, tenacidad y arrojo de los pobres del campo, ha conquistado el respaldo de las masas de las ciudades quienes han acudido espontáneamente en su apoyo mediante multitudinarios “cacerolazos”. También han ganado el respaldo del proletariado revolucionario quien ya manifiesta su apoyo en la forma de huelgas de solidaridad, como ejemplarmente lo ha hecho la Unión Sindical Obrera – USO, histórico sindicato de los obreros petroleros con un paro de 24 horas en apoyo al paro campesino. Bulle la rebeldía a lo largo y ancho del país.

Nuevos contingentes de obreros se lanzan a la lucha: a los mineros discapacitados de Norte de Santander en la Plaza de Bolívar en Bogotá, se une la Asamblea Permanente de los trabajadores de la Universidad Nacional, y el paro de las madres comunitarias. Sigue firme la huelga de los obreros de la Drummond y los mineros artesanales. Se aprestan a sumarse a la lucha los pequeños y medianos comerciantes y camioneros. Se reactiva la movilización de los maestros. Se suma la juventud rebelde que combate en los barrios populares de Bogotá y vuelve a tomarse las calles en defensa de la educación pública... Avanza la generalización de la lucha y sigue madurando el gran combate del pueblo laborioso contra el Estado: la gran Huelga Política de Masas que abarque todo el país y ponga freno a los despropósitos de la burguesía, los terratenientes y los imperialistas, enemigos del pueblo colombiano. Es una fuerza social que brota de las profundas contradicciones de clase, imponiéndose por encima de las pretensiones conciliadoras de los politiqueros reformistas.

Es hora de hacer valer las reivindicaciones generales inmediatas del pueblo trabajador generalizando la Huelga Política de Masas, uniendo en un solo pliego las exigencias de obreros, campesinos, desplazados, maestros, estudiantes, viviendistas… Es hora de generalizar los Comités de Huelga o de Paro para decidir el curso de la lucha. La situación es magnífica para avanzar en fundir las ideas del comunismo y el programa socialista con el movimiento revolucionario de las masas, acercando el Congreso del Partido, necesario para dirigir los heroicos esfuerzos del pueblo trabajador en la perspectiva de la Revolución Socialista que resuelva de fondo y definitivamente los graves problemas de la sociedad colombiana.


Comité Ejecutivo

Unión Obrera Comunista (MLM)

Agosto 29 de 2013

COLOMBIA: El gobierno reaccionario militariza la capital.

Un joven se enfrenta a la policía en Medellín.

Enfrentamientos con  la policía en Medellín.- Foto Lopera (REUTERS)





 

correovermello-noticias
Bogotá, 31.08.13
El gobierno reaccionario del Presidente Santos anuncio por TV-radio cadena que se había ordenado la militarización de la capital Bogotá.
Esta decisión tras 12 dias de Huelga General del campesinado y de empresas agro-alimentarias, al que se han sumado importantes gremios de trabajadores incluido funcionarios estatales, es la torpe respuesta del gobierno vende-patrias a las multitudinarias manifestaciones que se desarrollan en las principales ciudades del país. Así mismo se estudia la declaración del Estado de Excepción en todo el territorio nacional. Fuentes gubernamentales acusan a los campesinos de ser instrumentalizados "por la guerrilla y por violentas fuerzas subversivas".
Mientras crece el desabastecimiento en las principales ciudades por la paralización de los transportes continúan los asesinatos de manifestantes por parte de la policía y de escuadrones de para-militares. La agencia Reuters informa de que han aparecido dos jóvenes asesinados a balazos en la capital. El alcalde de Bogotá, Petro había decretado el toque de queda en los barrios populares pero los enfrentamientos no se han detenido. Diversos medios afirman que ha múltiples heridos en los hospitales.
El detonante de la movilización es el llamado Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y otros países, que subsidian sus productos agrícolas, y que plantea una competencia de precios que hace inviable la producción nacional de productos básicos como el arroz, la patata, la cebolla o la supervivencia del sector lechero.

viernes, 30 de agosto de 2013

GALIZA: Declaración do CC do PCmGaliza





GUERRA A GUERRA !

Diante unha nova acción de agresión aberta contra Siria polas potencias imperialistas EE.UU, Reino Unido, Francia, Turquía, da OTAN e dos sionistas do Estado de Israel desde o Comité de Construción do Partido Comunista maoísta da Galiza manifestamos:

1º Estamos diante dunha nova guerra imperialista para o reparto do mundo e das súas riquezas naturais. Unha guerra imperialista de agresión, rapiña e codicia.

2º Nada do que fagan o digan é en beneficio do pobo sirio. Non é máis que unha nova guerra de conquista por moito que falen de liberdade. Que ninguén se engane! Estamos nos comezos dunha nova guerra cruel e sanguenta.

3º É o noso deber internacionalista denunciar esta nova agresión na que o Estado español coopera de forma vergonzante permitindo o uso das bases aéreas e navais para a destrución dun pobo como o sirian que ven sufrindo unha cruenta guerra interna.

4º Reafirmar que o único camiño de liberación dos pobos é a Guerra Popular  tanto contra o imperialismo estranxeiro coma a propia oligarquía opresora.

Polo exposto facemos un enérxico chamado ao noso pobo, ás súas organizacións políticas, sindicais e masas así como aos intelectuais progresistas a mobilización contra esta nova guerra.
Que nas rúas dos nosos pobos e cidades sone un mesmo berro:

GUERRA Á GUERRA !

Galiza, 29 de agosto do 2013
Comité de Construción do
Partido Comunista maoísta da Galiza

Alerta frente a los planes de agresión y guerra de los gendarmes imperialistas occidentales en Oriente Medio – Gran Marcha Hacia el Comunismo



 
ALERTA FRENTE A LOS PLANES DE AGRESIÓN Y GUERRA DE LOS GENDARMES IMPERIALISTAS OCCIDENTALES EN ORIENTE MEDIO

Con el pretexto de que el Gobierno de Siria es el responsable del ataque ocurrido el pasado 21 de agosto con gases tóxicos en las afueras de Damasco contra opositores al régimen, el Gobierno imperialista de Estados Unidos ha anunciado su propósito de atacar Siria, con el respaldo principal de otros gobiernos imperialistas como los de Francia y Reino Unido. Los actuales planes de agresión y guerra de los gendarmes imperialistas occidentales continúan los planes de éstos por rediseñar el mapa geopolítico de Oriente Medio y clavar sus garras en una zona en la que ahora su contrincante Rusia es predominante, y poder controlar sus riquezas naturales, principalmente petrolíferas
El anuncio de los planes de guerra del imperialismo yanqui ha llevado al Gobierno español liderado por Mariano Rajoy, lacayo del imperialismo yanqui, a abogar por una “respuesta firme” poniéndose a las órdenes de su amo. Es seguro que si tales planes belicistas del imperialismo yanqui se ponen en marcha –como parece que ocurrirá- los imperialistas yanquis harán uso de las bases militares de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla).
Tal y como señalara en 1964 el dirigente y maestro del proletariado internacional Mao Tsetung: “Imponiéndose despóticamente en todas partes, el imperialismo norteamericano se ha colocado en la situación de ser el enemigo de los pueblos del mundo entero con lo que se ha aislado cada vez más. Las bombas atómicas y de hidrógeno en manos de los imperialistas norteamericanos jamás podrán intimidar a los pueblos que no aceptan ser esclavizados. La furiosa marea de los pueblos del mundo oponiéndose a los agresores norteamericanos es irresistible. La lucha de los pueblos del mundo entero contra el imperialismo norteamericano y sus lacayos logrará ciertamente victorias aún mayores”.

Madrid, 29 Agosto 2013

GRAN MARCHA HACIA EL COMUNISMO

jueves, 29 de agosto de 2013

Infografia de RT sobre el despligue de los imperialistas yankees y de la OTAN


No a la guerra en Siria. No a todas las guerras que vendrán. Un articulo del compañero Jon Juanma.-


"El ángel caído" de Josep Renau.
Jon E. Illescas Martínez (Jon Juanma) *
Recuerdo que hace diez años estábamos movilizándonos contra la guerra de Irak. Uno de aquellos días, durante una clase en la facultad, un profesor infame pero lamentablemente muy inteligente, del Partido Popular, nos dijo algo que nunca olvidaría. Afirmó que con este sistema capitalista las guerras eran inevitables. En su juventud había luchado contra la dictadura de Franco desde posiciones marxistas y por eso tenía un conocimiento de la realidad mayor que sus colegas de partido. A lo largo de su vida realizó una travesía hacia el oportunismo y el cretinismo que lo llevó a militar primero en el PCE, luego en el PSOE y posteriormente, sin aterrizajes de emergencia, en el PP. Pero biografías que harían las delicias de Hades aparte, el caso es que tenía razón: dentro del capitalismo es imposible que no haya guerras, como es imposible que no haya malnutrición, desigualdades sociales o crisis cíclicas.
Es obligación de todo persona sensible estar en contra de la guerra contra el pueblo sirio y contra todas las guerras que vendrán si no sobrepasamos antes este sistema que se pudre encima de nosotros. Y es por eso que debemos unirnos a todas las personas sensibles para alzar nuestra voz contra esta nueva afrenta a ese proyecto inconcluso llamado humanidad. Debemos luchar y decir no a esta nueva carnicería que quieren perpetrar para beneficio de grandes capitalistas escondidos detrás del teatro que financian día a día, con sus marionetas políticas a sueldo (Obama, Cameron, Hollande, etc.) y sus medios de desinformación de siempre (CNN, TVE, Antena 3-La Sexta y Telecinco-La Cuatro entre otros). Hasta aquí la obligación de toda persona sensible que quiera seguir siéndolo. ¿Y la nuestra?
La obligación de los socialistas y los comunistas honestos es luchar por acelerar el fin del capitalismo y su substitución por una fase superior de la humanidad: el socialismo. Es imperativo que todo comunista se esfuerce por convencer pedagógicamente a las personas sensibles que lo rodeen de la necesidad del socialismo. Hemos de explicar que la historia puede tener sentido si estamos a la altura de las circunstancias y para ello tenemos el materialismo histórico que nos legaron Marx y Engels, junto a los claros y oscuros de todos los intentos de construcción socialista que ahora forman parte del acervo de la humanidad.
En la actualidad, las fuerzas productivas se han desarrollado mucho más que nuestra ética como seres humanos y por eso todavía seguimos atascados en esta sociedad de clases llamada capitalista. Sociedad que transforma gran parte del conocimiento científico-técnico en opresión. Pese a la revolución inaudita de los medios de producción gracias al desarrollo del maquinismo y la telemática, en lugar de trabajar menos horas y poder disfrutar de la vida, trabajamos más y así muchos siguen perdiendo su trabajo, y con él su hogar y su sustento. Con este sistema en lugar de construir generadores mejorados de energía renovable casi inagotable, como la solar, o elaborar fármacos que finiquiten muchas enfermedades crónicas (con consumidores crónicos), el sistema nos obliga a construir bombas y centrales nucleares que contaminan nuestro futuro y lo plagan de nuevas enfermedades. Millones de toneladas de recursos se despilfarran sin sentido social bajo la necesidad de ampliar la red que subsume toda la riqueza social bajo la forma mercancía, esto es, en productos pensados para su venta en el mercado. De este modo, donde debería haber expansión de la cultura y unión entre los pueblos del mundo, crece la alienación, el resentimiento y el chovinismo alimentado por las industrias culturales hegemónicas al servicio de los mismos magnates que reclaman la necesidad de guerras que amplíen sus márgenes de beneficio. Cuando una bomba cae y explota, cientos de personas mueren, pero unas pocas se enriquecen porque mañana podrán vender una nueva bomba que reemplace la anterior.
Debemos unirnos todos los trabajadores de la Tierra, la única y verdadera patria común, y entender que hemos de luchar unidos si queremos librarnos de este sistema que nos condena a la miseria moral y material. Es la única solución. Los intentos de preservar la soberanía nacional en el sistema-mundo son vanos, porque sería como si una vez alcanzada la madurez, un individuo deseara vivir como un niño. Cuando no suena ridículo es sencillamente una falsa utopía de corto vuelo: pan para hoy y hambre para mañana. La soberanía nacional no existe desde hace siglos y hoy menos que nunca con la profundización en el mercado mundial, la internacionalización de capitales, el desarrollo de las comunicaciones y el mestizaje cultural entre los pueblos del mundo. Desde este legado progresivo del capitalismo que nos ayudó a superar las barreras y los prejuicios grupales propios de otras épocas donde la producción se desarrollaba en pequeña escala, debemos luchar por una soberanía internacional hacia el socialismo.
Los capitalistas internacionales están unidos como clase y sólo se pelean para disputarse las ganancias que extraen del plusvalor global arrancado del sudor de la clase obrera mundial. En las guerras que vendrán, los obreros nos mataremos para que el capitalista A o el capitalista B le robe al otro un porcentaje de su cuota de ganancias, pero ellos seguirán yéndose a jugar al golf juntos porque por mucho que se odien entre sí, nunca cometerán el error de matarse en una guerra fratricida entre los de su clase. No lo hagamos nosotros.
Debemos darnos prisa porque cada segundo que pasa sin que instalemos el socialismo, algún niño muere de hambre, alguna mujer embarazada es despedida por su empresa, algún jubilado es declarado inservible por los servicios de salud recortados y algún militar bombardea, cumpliendo órdenes, un colegio que estallará en pedazos con miles de sueños infantiles. Y la semana que viene, ese mismo militar, respetable padre de familia, viajará con sus hijos a California para visitar a Mickey y a Minnie en Disneyland. Se hará unas fotos con ellos y les regalará uno de esos simpáticos peluches traídos de Bangladesh para así continuar la (a) normalidad capitalista... hasta que nosotros la finiquitemos. No valen peluches por bombas, ni trabajo para unos sobre los despidos, cuando no los cadáveres, de otros. No vale matar al prójimo para vivir un día más, antes que el prójimo de más allá nos vuele mañana la tapa de los sesos. La humanidad no ha sufrido tanto para volver a la selva.
Socialismo o profundización en la barbarie. De nosotrxs depende.
* Jon Juanma es el seudónimo de Jon E. Illescas Martínez, artista plástico e investigador de la FCM en la Universidad de Alicante y la Universidad Complutense de Madrid.

AFGANISTAN: Ataque del Taliban en Gahzni con un gran numero de muertos y heridos.

Ataque suicida causan 29 muertos contra oficinas extranjeras en Afganistán.

Kabul, 29 ago (EFE).- Al menos 29 personas murieron y 62 resultaron heridas, entre ellos 10 soldados polacos, en un ataque suicida contra unas oficinas de desarrollo extranjeras Ghazni, en el sureste de Afganistán, informó hoy a Efe una fuente oficial afgana.
El ataque se produjo ayer a primera hora de la tarde y entre los muertos hay 15 talibanes, cuatro policías y 10 civiles, dijo el vicegobernador Mohammed Alí Ahmadi.
El ataque comenzó con la explosión de un coche bomba frente a las instalaciones del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) en la ciudad de Gahzni y un grupo de talibanes comenzó un tiroteo que duró varias horas.
"Entre los 62 heridos hay 24 mujeres y niños de un colegio y 10 soldados polacos", afirmó Ahmadi.
Un portavoz de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) no confirmó ni el ataque ni las víctimas.
Sin embargo, en un comunicado de prensa la OTAN informó de que un soldado de la ISAF había fallecido ayer en un ataque suicida sin confirmar si se trata del mismo ataque.
Los PRT son un organismo a través del cual la comunidad internacional distribuye ayuda en las provincias y distritos afganos.
En los últimos meses han aumentado los civiles y policías afganos fallecidos en el conflicto, mientras disminuyen las víctimas entre las tropas internacionales.
Además, los ataques suicidas y coordinados también han aumentado su frecuencia con atentados como el perpetrado contra las oficinas del Comité Internacional de la Cruz Roja en mayo pasado en la misma ciudad en el que falleció un guarda de seguridad.
El repliegue de la OTAN concluirá en 2014, si se cumplen los plazos previstos, pero la comunidad internacional baraja mantener cierta presencia militar en suelo afgano más allá de esa fecha.

PERÚ: Tiroteo en la Universidad de San Marcos

correovermello-noticias
Lima, 29.08.13
Según un reporte del portal Terra, un agente de la Dicorte identificado como el sub-oficial Roger Abraham Medina efectuó tres disparos de pistola al aire, en medio de una asamblea de alumnos en la Facultadad de Ciencias Sociales de la limeña Universidad Mayor de San Marcos.
El agente infiltrado que permanece retenido por los alumnos estaba grabando la asamblea en la que se debatían los aspectos de la propuesta de Ley Universitaria de la Comisión de Educación del Congreso. Al ser descubierto opuso resistencia disparando al aire pero los estudiantes lo redujeron y desarmaron. Según fuentes estudiantiles permanece retenido en el campus hasta que sea entregado a un juez.

miércoles, 28 de agosto de 2013

NEPAL: Respaldo a la guerra popular en la India.

International Bullettin
NEPAL: APOYAR LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA – UN ARTICULO DE “THE NEXT FRONT”
El siguiente artículo fue publicado el pasado 8 de Agosto en la página web de The Next Front (El Próximo Frente), un frente de activistas intelectuales culturales revolucionarios de Nepal http://thenextfront.com/ y reproducido en el blog Maoist Road (La Via Maoista) http://maoistroad.blogspot.com.es/ La traducción al español es responsabilidad de Gran Marcha Hacia el Comunismo. Madrid, agosto 2013.
APOYAR LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA
Llamamos a todas las fuerzas de solidaridad en todos los países, utilizando todas las formas de lucha, a informar y movilizar a las masas contra el régimen indio y el imperialismo – Comité Internacional de Apoyo a la Guerra Popular en la India
El Comité Internacional de Apoyo a la Guerra Popular en la India ha publicado su nuevo Boletín en relación con el 1 Julio 2013 – Día Internacional de Apoyo a la Guerra Popular en la India. Mensajes de solidaridad enviados por partidos maoístas y organizaciones antiimperialistas incluyendo el PC de Filipinas, el PC de la India (M-L) Naxalbari, el PC maoísta de Italia, el Partido Comunista  (Maoísta) de Afganistán, el PCR de Canadá, el PC maoísta de Francia, el MLKP Maoísta de Turquía/Kurdistán Norte y de frente unido del tipo del FDN de Filipinas y la LILP han sido publicados en esta edición. El año pasado , en la  Conferencia de Hamburgo, Rishi Raj Baral envió un mensaje de solidaridad en nombre del Frente Revolucionario Intelectual-Cultural. Esta vez no se ha enviado ningún mensaje de solidaridad desde Nepal, un país con diez años de Guerra Popular. Desconocemos las razones por no  enviar un mensaje incluso por Rishi Raj Baral, miembro del Comité Central del PC de Nepal – Maoísta.
Pero The Next Front, la voz de los revolucionarios nepalíes, el auténtico partidario del marxismo-leninismo-maoísmo, apoya la Guerra Popular en la India. No sólo urge a los oprimidos del mundo a apoyar la Guerra Popular en la India. La Guerra Popular en la India no es sólo la guerra del pueblo indio. Tiene una gran significación internacional. Si no somos seudomarxistas, si somos verdaderos maoístas, debemos apoyar la línea de la Guerra Popular y la Revolución de Nueva Democracia.
En realidad, apoyar la Guerra Popular en la India, Filipinas y en otros países significa alzar la bandera del marxismo-leninismo-maoísmo y estar firmemente del lado de la revolución. Como ha recalcado el Comité Internacional de Apoyo a la Guerra Popular en la India: “La Guerra Popular en la India es nuestra guerra contra el imperialismo y nuestro mejor apoyo es intensificar la lucha antiimperialista a nivel mundial”.
Pero no es sólo un asunto de los camaradas maoístas, es un asunto de internacionalismo proletario. Esa es la razón por la cual The Next Front llama a todos  intelectuales, activistas culturales y cuadros revolucionarios de Nepal a colocarse a la vanguardia del apoyo a la Guerra Popular en la India, Filipinas y otras partes.
The Next Front urge a nuestros lectores a visitar el Boletín para conocer más sobre los auténticos revolucionarios –los marxistas-leninistas-maoístas y seguidores de la Revolución de Nueva Democracia, al igual que de la actual situación del movimiento popular antiimperialista. Se puede acceder al Boletín en el siguiente enlace: http://groups.yahoo.com/group/MAOIST_REVOLUTION/attachments/folder/377254531/item/list

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COLOMBIA: Continua la huelga general campesina en medio de una dura represión.



correovermello-noticias
Bogotá, 28.08.13
En medio de una dura represión policial continua la huelga general del sector agro-pecuario en Colombia.
En su octavo dia la huelga y los cortes de carretera han creado desabastecimiento en las principales ciudades y el gobierno reaccionario anuncio que convocara a la negociación según informan cadenas informativas colombianas.
Las imagenes de una violencia injustificada contra los campesinos y sus justos reclamos han tenido el efecto de que amplios sectores populares acusen de autoritarismo criminal al gobierno del derechista Juan Manuel Santos.
En las negociaciones participarán representantes del campesinado de los departamentos de Boyacá y Cundinamarca, ambos en el centro del país, y de Nariño (suroeste), donde han sido más intensos los bloqueos de carreteras y la represión que ha causado hasta ahora cinco muertos.
La huelga convocada por un sector de los caficultores ha tenido mayor repercusión entre los productores de papa, leche, tomate y hortalizas de Boyacá, un departamento netamente agropecuario que es además un importante cruce de caminos entre el norte y el centro de Colombia. Un informe  del Instituto Nacional de Vías (Invías) y por la Policía de Carreteras mostró que 31 carreteras de diez departamentos registraban hoy "cierre total" por las protestas, de las cuales, quince, la mitad, están en Boyacá.
Los campesinos de Boyacá alegan ser víctimas de las importaciones de alimentos, del contrabando, del alto coste de los combustibles y fertilizantes y de la falta de créditos y de apoyo estatal.

Against imperialist aggression to Syria- declaration PCm Italy

Contro l'aggressione imperialista alla Siria . la posizione e l'azione di proletari comunisti - PCm Italia

Si prepara un attacco imminente contro la Siria da parte dell'imperialismo americano, insieme agli imperialisti inglesi e francesi. Un intervento militare che gode sicuramente della partecipazione dell'Arabia Saudita e del sostegno politico-logistico anche di Turchia e Israele.
Ma la Siria non è la Libia e non è neanche, in questa congiuntura, l'Iraq.
E' impossibile immaginare che l'Iran non ne sia coinvolto e la posizione di Cina e Russia non è tale perchè l'intervento possa avere l'appoggio Onu.
Quindi si tratta di un'aggressione imperialista unilaterale che prosegue l'intervento militare fatto tramite quella parte dell'opposizione che è una pura filiazione delle potenze imperialiste.
L'attacco alla Siria può creare effetti a catena e incendiare per davvero la prateria del Medio Oriente e del mondo intero.
Obama, come prima Reagan e Bush, usa lo stesso copione di inventare e amplificare “prove” come foglia di fico di un intervento già deciso e che viene da lontano e che ha sempre lo stesso oggetto: petrolio e controllo dell'assetto geopolitico e geostrategico dell'area.
Proletari Comunisti- PCm Italia denuncia e sviluppa la massima opposizione all'aggressione imperialista della Siria e esprime il proprio sostegno alle masse siriane ed arabe che ad essa si oppongono.
La nostra azione si svilupperà autonomamente perchè non condividiamo alcun tipo di appoggio al regime di Assad e non certo perchè ha usato eventualmente le armi chimiche – cosa probabilmente falsa e montata – mentre è sicuro che questo lo hanno già fatto i cosiddetti “ribelli” e come a suo tempo fece Saddam nei confronti dei Kurdi, ma perchè Assad, come prima Saddam e Gheddafi non sono governi antimperialisti, ma di un settore del capitalismo burocratico e della borghesia compradora che opprime proletari e popoli
Questi governi sono ora amici, ora “nemici” degli Stati imperialisti che si contendono la zona. Questi governi non sono la soluzione ma una parte del problema per le masse siriane e arabe.
Sappiamo che forze di “sinistra” in Siria, nel mondo arabo, tra i palestinesi hanno goduto dell'appoggio del regime di Assad. Noi non pensiamo che questo sia stato un bene nel passato, né lo pensiamo adesso, né ci impressiona che queste forze chiaramente, che godono anche di un certo credito nella sinistra occidentale, si mobiliteranno contro l'aggressione imperialista.
Ma noi siamo marxisti-leninisti-maoisti, noi vogliamo rappresentare gli interessi della classe operaia nei nostri paesi come nei paesi arabi, come nel mondo intero.
Non siamo assolutamente equidistanti tra aggressione imperialista e regime di Assad aggredito. L'imperialismo deve essere combattuto in tutte le forme, in tutti i modi. Ma il punto di vista proletario e comunista in questa vicenda deve essere chiaro verso tutte le parti in causa,
Proletari Comunisti si mobilita da subito autonomamente verso i proletari compreso gli immigrati, i giovani, le piazze, con manifesti, volantini, pannelli, striscioni, interventi.

Noi denunciamo il ruolo dell'imperialismo italiano, rappresentato dal Governo di larghe intese di Letta e il suo legame con l'imperialismo americano, l'imperialismo italiano offre, qualunque siano le dichiarazioni della Bonino, l'obiettivo appoggio dalle basi militari italiane.
In questo quadro due città sono importanti nella nostra mobilitazione;Taranto e Niscemi/Palermo.
A Taranto c'è la base militare più grande del Mediterraneo che comunque è stata interessata fin da subito e il cui ruolo può ancora crescere in supporto alle truppe imperialiste Usa.
In Sicilia contro il Muos è in campo un movimento popolare che già lotta contro l'imperialismo americano e i suoi piani di guerra con la piena compartecipazione dell'imperialismo italiano, il suo Stato, i suoi governi, la Regione siciliana di Criocetta, ecc.
Va visto inoltre il legame tra Siria ed Egitto, che per noi è importante che spiega ancor più perchè la nostra azione deve essere autonoma e indipendente.
La dittatura militare neo Mubarak e neo Pinochet va vista anche come ulteriore puntello a sostegno dell'aggressione imperialista americana in Siria - anzi, la preparazione di questa guerra potrebbe essere stata uno dei motivi del colpo di Stato militare in Egitto.

Nell'azione verso la classe operaia e tra i lavoratori è bene non essere stereotipati, denunciare questa ennesima guerra come guerra imperialista e reazionaria della borghesia e dei padroni di tutto il mondo, mentre la crisi taglieggia salari e lavoro, crea fame, miseria, distruzione; gli operai sono con i poveri del mondo ovunque combattono e lottano per un mondo senza guerre e padroni.


Proletari Comunisti – Pcm-Italia
agosto 2013
pcro.red@gmail.com

martes, 27 de agosto de 2013

Lenin; El Socialismo y la guerra.







V. I. Lenin

EL SOCIALISMO Y LA GUERRA





De la colección de folletos:

Tres artículos de Lenin sobre la guerra y la paz

EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1976 Primera edición 1974
(2a impresión 1976)
págs. 1-61.


Preparado © para el Internet por David Romagnolo, djr@marx2mao.org (Mayo de 1998)
NOTA DEL EDITOR



 I N D I C E


EL SOCIALISMO Y LA GUERRA

(LA ACTITUD DEL P. O. S. D. R. ANTE LA GUERRA)
1

PROLOGO A LA PRIMERA EDICION
  (PUBLICADA EN EL EXTRANJERO)

3

PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION
5

CAPITULO I   LOS PRINCIPIOS DEL SOCIALISMO Y LA GUERRA
  DE 1914-1915

7

  La actitud de los socialistas ante la guerra
  Tipos históricos te guerras modernas
  Diferencia entre guerra ofensiva y guerra defensiva
  La guerra actual es una guerra imperialista
  La guerra entre los más grandes esclavistas por el mantenimiento y
    fortalecimiento de la esclavitud
  "La guerra es la prolongación de la política por otros medios" (a saber:
    por la violencia)
  El ejemplo de Bélgica
  ¿Por qué combate Rusia?
  ¿Que es el socialchovinismo?
  El manifiesto de Basilea
  Las falsas referencias a Marx y a Engels
  La bancarrota de la II Internacional
  El socialchovinismo es el oportunismo más acabado
  La unidad con los oportunistas es la alianza de los obreros con "su"
    burguesía nacional y la escisión de la clase obrera revolucionaria
    internacional
  El "kautskismo"
  La consigna de los marxistas es la consigna de la socialdemocracia
    revolucionaria
  El ejemplo de la fraternización en las trincheras
  Importancia de la organización ilegal
  Sobre la derrota del "propio" gobierno en la guerra imperialista
  Sobre el pacifismo y la consigna de la paz
  Sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación
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CAPITULO II   LAS CLASES Y LOS PARTIDOS EN RUSIA

  La burguesía y la guerra
  La clase obrera y la guerra
  La fracción obrera socialdemócrata de Rusia en la Duma del Estado y la
    guerra
32
34

36

CAPITULO III   LA RECONSTRUCCION DE LA INTERNACIONAL

  El método de los socialchovinistas y del "centro"
  La situación en la oposición
  El Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia y la III Internacional
41
43
48

CAPITULO IV   HISTORIA DE LA ESCISION Y SITUACION
  ACTUAL DE LA SOCIALDEMOCRACIA EN RUSIA

  Los "economistas" y la vieja Iskra (1894-1903)
  El menchevismo y el bolchevismo (1903-1908)
  El marxismo y el liquidacionismo (1908-1914)
  Marxismo y socialchovinismo (1914-1915)
  La situación actual en la socialdemocracia rusa
  Las tareas de nuestro Partido
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NOTAS





EL SOCIALISMO Y LA GUERRA
  (LA ACTITUD DEL P.O.S.D.R. ANTE LA GUERRA)
(1)





Escrito en julio-agosto de 1915.
Publicado en forma de libro en otoño
de 1915 por la Redacción del pe-
riódico Sotsial-Demokrat.  Ginebra.



pág. 2 [blanca]




PROLOGO A LA PRIMERA EDICION
(PUBLICADA EN EL EXTRANJERO)


    La guerra dura ya un año. Nuestro Partido fijó su actitud ante ella, en su comienzo mismo, en el manifiesto del Comité Central, redactado en setiembre de 1914 y publicado (después de ser distribuido a los miembros del Comité Central y a los representantes responsables de nuestro Partido en Rusia, y de recibir su conformidad) el 1 de noviembre de 1914 en el núm. 33 de Sotsial-Demokrat, órgano del Comité Central de nuestro Partido*. Más tarde, en el número 40 (29 de marzo de 1915), aparecieron las resoluciones de la Conferencia de Berna**, que of recen una exposición más precisa de nuestros principios y de nuestra táctica.
    En el momento actual, el estado de ánimo revolucionario de las masas crece evidentemente en Rusia. Sintomas del mismo fenómeno se observan por doquier en otros países, pese a que las aspiraciones revolucionarias del proletariado se ven ahogadas por la mayoría de los partidos socialdemócratas


    * Véase "La guerra y la socialdemocracia de Rusia", Obras Completas de V. I. Lenin, t. XXI. (N. de la Red.)
    ** Véase "La Conferencia de las secciones del P.O.S.D.R. en el extranjero", Obras Completas de V. I. Lenin, t. XXI. (N. de la Red.) pág. 4
oficiales, que se han puesto del lado de sus gobiernos y de su burguesía. En virtud de tal estado de cosas, es muy necesaria la publicación de un folleto que haga un balance de la táctica socialdemócrata respecto de la guerra. Reeditamos integramente los documentos del Partido antes citados, acompañándolos de breves explicaciones en las que tratamos de tomar en cuenta los principales argumentos que, en favor de la táctica burguesa y la táctica proletaria, han sido expuestos en las publicaciones y en las reuniones del Partido.






pág. 5



PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION


    El presente folleto fue escrito en el verano de 1915, en la vispera de la Conferencia de Zimmerwald. Apareció también en alemán y francés, y ha sido reimpreso en noruego en su totalidad en el órgano de la Juventud Socialdemócrata Noruega. La edición alemana del folleto fue introducida clandestinamente en Alemania -- en Berlín, Leipzig, Bremen y otras ciudades --, y difundida ilegalmente por los partidarios de la izquierda de Zimmerwald y por el grupo de Karl Liebknecht. La edición francesa, impresa clandestinamente en París, fue difundida allí por los zimmenvaldianos franceses. De la edición rusa llegaron al país muy contados ejemplares, y en Moscú fue copiada a mano por los obreros.
    Ahora reimprimimos íntegramente este folleto, a título de documento. El lector debe recordar siempre que fue escrito en agosto de 1915. Hay que recordarlo sobre todo en los pasajes en que se habla de Rusia: Rusia era todavía la Rusia zarista, la Rusia de los Románov. . .

Editado en forma de libro
en 1918.







pág. 6 [blanca]

pág. 7



CAPITULO I LOS PRINCIPIOS DEL SQCIALISMO Y LA
GUERRA DE 1914-1915

La actitud de los socialistas ante la guerra
    Los socialistas han condenado siempre las guerras entre los pueblos como algo bárbaro y feroz. Pero nuestra actitud ante la guerra es distinta, por principio, de la que asumen los pacifistas burgueses (partidarios y propagandistas de la paz) y los anarquistas. Nos distinguimos de los primeros en que comprendemos el lazo inevitable que une las guerras con la lucha de clases en el interior del país, y en que comprendemos que no se puede suprimir las guerras sin suprimir antes las clases y sin instaurar el socialismo; también en que reconocemos plenamente la legitimidad, el carácter progresista y la ne cesidad de las guerras civiles, es decir, de las guerras de la clase oprimida contra la clase opresora, de los esclavos contra los esclavistas, de los campesinos siervos contra los terratenientes y de los obreros asalariados contra la burguesía. Nosotros, los marxistas, diferimos tanto de los pacifistas como de los anarquistas en que reconocemos la necesidad de estudiar
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históricamente (desde el punto de vista del materialismo dialéctico de Marx) cada guerra en particular. La historia ha conocido muchas guerras que, pese a los horrores, las ferocidades, las calamidades y los sufrimientos que toda guerra acarrea inevitablemente, fueron progresistas, es decir, útiles para el progreso de la humanidad, contribuyendo a destruir instituciones particularmente nocivas y reaccionarias (como, por ejemplo, la autocracia o la servidumbre), y las formas más bárbaras del despotismo en Europa (la turca y la rusa). Por esta razón, hay que examinar las peculiaridades históricas de la guerra actual.

Tipos históricos de guerras modernas
    La Gran Revolucion Francesa inauguro una nueva época en la historia de la humanidad. Desde entonces hasta la Comuna de Paris, es decir, desde 1789 a 1871, las guerras de liberación nacional, de carácter progresista burgués, constituían uno de los tipos de guerra. Dicho en otros términos: el contenido principal y la significación histórica de estas guerras eran el derrocamiento del absolutismo y del régimen feudal, su quebrantamiento y la supresión del yugo nacional extranjero. Eran, por ello, guerras progresistas, y todos los demócratas honrados y revolucionarios, asé como todos los socialistas, simpatizaban siempre, en esas guerras con el triunfo del país (es decir, de la burguesía) que contribuía a derrumbar o a minar los pilares más peligrosos del régimen feudal, del absolutismo y de la opresión ejercida sobre otros pueblos. Así, por ejemplo, en las guerras revolucionarias de Francia hubo un elemento de saqueo y de conquista de tierras ajenas por los franceses, sin embargo, ello no cambia en nada la significación

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histórica fundamental de esas guerras, que demolían y que brantaban el régimen feudal y el absolutismo de toda la vieja Europa, de la Europa feudal. Durante la guerra franco-prusiana, Alemania expolió a Francia, pero ello no altera la significación histórica fundamental de esta guerra, que liberó a decenas de millones de alemanes del desmembramiento feudal y de la opresión de dos despotas: el zar ruso y Napoleón III.
Diferencia entre guerra ofensiva y guerra defensiva
    La época de 1789 a 1871 ha dejado huellas profundas y recuerdos revolucionarios. Antes de que fueran destruidos el régimen feudal, el absolutismo y el yugo nacional extranjero, no cabía hablar siquiera del desarrollo de la lucha proletaria por el socialismo. Cuando los socialistas hablaban del carácter legítimo de la guerra "defensiva", refiriéndose a las guerras de esa época, siempre tenían en cuenta precisamente esos fines, que se reducían a la revolución contra el régimen medieval y la servidumbre. Los socialistas entendieron siempre por guerra "defensiva" una guerra "justa " en este sentido (expresión empleada en cierta ocasión por W. Liebknecht). Sólo en ese sentido, los socialistas admitían y siguen admitiendo el carácter legítimo, progresista y justo de la "defensa de la patria" o de una guerra "defensiva". Si, por ejemplo, mañana Marruecos declarase la guerra a Francia, la India a Inglaterra, Persia o China a Rusia, etcétera, esas guerras serían guerras "justas", "defensivas", independientemente de quien atacara primero, y todo socialista simpatizaría con la victoria de los Estados oprimidos, dependientes, menoscabados en sus derechos, sobre las "grandes" potencias opresoras, esclavistas y expoliadoras.
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    Pero imaginese que un propietario de cien esclavos hace la guerra a otro que posee doscientos por llegar a una distribución más "equitativa" de los esclavos. Es evidente que emplear en este caso el concepto de guerra "defensiva" o de "defensa de la patria" sería falsificar la historia y, en la práctica, equivaldría pura y simplemente a un engano de la gente sencilla, de los pequeños burgueses y de los ignorantes por hábiles esclavistas. Pues bien, precisamente así engaña hoy la burguesía imperialista a los pueblos, valiéndose de la ideologia "nacional" y de la idea de defensa de la patria, en la guerra actual que los esclavistas libran entre si para consolidar y reforzar la esclavitud.

La guerra actual es una guerra imperialista
    Casi todo el mundo reconoce que la guerra actual es una guerra imperialista, pero en la mayor parte de los casos se tergiversa esta idea, ya sea aplicándola a una de las partes o bien dando a entender que, pese a todo, esta guerra podría tener un carácter burgués progresista, de liberación nacional. El imperialismo es la fase superior del desarrollo del capitalismo, fase a la que sólo ha llegado en el siglo XX. El capitalismo comenzó a sentirse limitado dentro del marco de los viejos Estados nacionales, sin la formación de los cuales no habría podido derrocar al feudalismo. El capitalismo ha llevado la concentración a tal punto, que ramas enteras de la industria se encuentran en manos de asociaciones patronales, trusts, corporaciones de capitalistas multimillonarios, y casi todo el globo terrestre esta repartido entre estos "potentados del capital", bien en forma de colonias o bien envolviendo a los países extranjeros en las tupidas redes de la explotación fi-

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nanciera. La libertad de comercio y la libre competencia han sido sustituidas por la tendencia al monopolio, a la conquista de tierras para realizar en ellas inversiones de capital y lle varse sus materias primas, etc. De liberador de naciones, como lo fue en su lucha contra el feudalismo, el capitalismo se ha convertido, en su fase imperialista, en el más grande opresor de naciones. El capitalismo, progresista en otros tiempos, se ha vuelto reaccionario; ha desarrollado las fuerzas productivas a tal extremo, que a la humanidad no le queda otro camino que pasar al socialismo, o bien sufrir durante años, e incluso durante decenios, la lucha armada de las "grandes" potencias por el mantenimiento artificial del capitalismo mediante las colonias, los monopolios, los privilegios y todo género de la opresión nacional.
La guerra entre los más grandes esclavistas
por el mantenimiento y fortalecimiento
de la esclavitud
    A fin de mostrar con claridad la significación del imperialismo, citamos a continuación datos precisos sobre el reparto del mundo entre las llamadas "grandes" potencias (es decir, las que han tenido éxito en el gran saqueo): [ver pág. sig.]
    Este cuadro nos permite ver cómo los pueblos que de 1789 a 1871 lucharon, en la mayoría de los casos al frente de los otros, por la libertad, se han convertido en nuestra época, después de 1876 y gracias a un capitalismo altamente desarrollado y "pasado de maduro", en los opresores y explotadores de la mayoría de la población y de las naciones del globo. Entre 1876 y 1914, seis "grandes" potencias se apoderaron de 25 millones de kilometros cuadrados, ¡es decir, una superficie dos
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Reparto del mundo entre las " grandes" potencias esclavistas


"Grandes"
potencias
Colonias
Metrópolis
Total
1876
1914
1914

Kms.2
(en mill-
ones)

Habi-
tantes
(en mill-
ones)
Kms.2
(en mill-
ones)

Habi-
tantes
(en mill-
ones)
Kms.2
(en mill-
ones)

Habi-
tantes
(en mill-
ones)
Kms.2
(en mill-
ones)

Habi-
tantes
(en mill-
ones)
Inglaterra .  .   .
Rusia .   .   .   .
Francia   .   .   .
Almania  .   .   .
Japón .  .   .   .
Estados Unidos  .
22,5
17,0
 0,9
 ---
 ---
 ---
251,9
 15,9
  6,0
 ---
 ---
 ---
33,5
17,4
10,6
 2,9
 0,3
 0,3
393,5
 33,2
 55,5
 12,3
 19,2
  9,7
 0,3
 5,4
 0,5
 0,5
 0,4
 9,4
 46,5
136,2
 39,6
 64,9
 53,0
 97,0
33,8
22,8
11,1
 3,4
 0,7
 9,7
440,0
169,4
 95,1
 77,2
 72,2
106,7

Todos de las seis
  "grandes" po-
  tencias


40,4


273,8


65,0


523,4


 16,5


437,2


81,5


960,6

Colonias que no
  pertenecen a
  las   grandes
  potencias (sino
  a Belgica, Ho-
  landa y otros
  Estados . . . )

Tres pases "se-
  micolonias"
  (Turquia, Chi-
  na y Persia)





 9,9









45,3















                 






 9,9




 14,5






45,3




  361,2  
T o t a l . . .
105,9
1.367,1

Demás Estados y pa&oicuteses   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .
 28,0
 289,9
Todo el globo (excepto las regiones polares)  .   .   .   .   .   .   .   .   .
133,9
1.657,0



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veces y media más grande que la de toda Europa! Seis potencias subyugan a una población de más de quinientos millones (523) de habitantes en las colonias. Por cada cuatro habitantes de las "grandes" potencias hay cinco habitantes de "sus" colonias. Y todo el mundo sabe que las colonias han sido con quistadas a sangre y fuego, que sus pobladores son tratados barbaramente y explotados de mil maneras (mediante la exportación de capitales, concesiones, etc., el engaño en la venta de mercancías, el sometimiento a las "autoridades" de la nación "dominante", etc., y con otras cosas por el estilo). La burguesía anglo-francesa engaña a los pueblos al decir que hace la guerra en aras de la libertad de los pueblos y de Bélgica, cuando en realidad la hace para conservar los inmensos territorios coloniales de los que se ha apoderado. Los imperialistas alemanes evacuarian de inmediato Bélgica y otros países si los ingleses y franceses se repartiesen "amistosamente" con ellos sus colonias. Lo peculiar de la situación actual consiste en que la suerte de las colonias se decide con la guerra que se libra en el continente. Desde el punto de vista de la justicia burguesa y de la libertad nacional (o del derecho de las naciones a la existencia), Alemania tendría sin duda alguna razón contra Inglaterra y Francia, ya que ha sido "defraudada" en el reparto de las colonias, y sus enemigos oprimen a muchísimas más naciones que ella; en cuanto a su aliada, Austria, los eslavos por ella oprimidos gozan sin duda de más libertad que en la Rusia zarista, verdadera "carcel de pueblos". Pero la propia Alemania no lucha por liberar a los pueblos, sino por sojuzgarlos. Y no corresponde a los socialistas ayudar a un bandido más joven y más vigoroso (Alemania) a desvalijar a otros bandidos más viejos y más cebados. Lo que deben hacer los socialistas es aprovechar la guerra que
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se hacen los bandidos para derrocar a todos ellos. Para esto, es preciso ante todo que los socialistas digan al pueblo la verdad, a saber, que esta guerra es, en un triple sentido, una guerra entre esclavistas para reforzar la esclavitud. En primer lugar, es una guerra que tiende a consolidar la esclavitud de las colonias mediante un reparto mas "equitativo" y una explotación ulterior mas "coordinada" de las mismas; en segundo lugar, es una guerra que persigue el reforzamiento del yugo que pesa sobre las naciones extrañas en el seno mismo de las "grandes" potencias, pues tanto Austria como Rusia (y esta mucho mas y mucho peor que aquélla) sólo se mantienen gracias a ese yugo que refuerzan con la guerra; en tercer lugar, es una guerra con vistas a intensificar y prolongar la esclavitud asalariada, pues el proletariado está dividido y aplastado, mientras que los capitalistas salen ganando, enriqueciéndose con la guerra, avivando los prejuicios nacionales e intensificando la reacción, que ha levantado la cabeza en todos los países, aun en los más libres y republicanos.
"La guerra es la prolongación de la política
por otros medios"
 (a saber: por la violencia)
[2]
    Esta famosa sentencia pertenece a Clausewitz, uno de los más profundos escritores sobre temas militares. Los marxistas siempre han considerado esta tesis, con toda razón, como la base teórica de las ideas sobre la significación de cada guerra en particular. Justamente desde este punto de vista examinaron siempre Marx y Engels las diferentes guerras.
    Apliquese esta tesis a la guerra actual. Se verá que durante decenios, casi desde hace medio siglo, los gobiernos y las clases
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dominantes de Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Austria y Rusia practicaron una política de saqueo de las colonias, de opresión de otras naciones y de aplastamiento del movimiento obrero. Y esta política precisamente, y sólo ésta, es la que se prolonga en la guerra actual. En especial, tanto en Austria como en Rusia, la politica de tiempos de paz, al igual que la de tiempos de guerra, ha consistido en esclavizar a las naciones y no en liberarlas. Por el contrario, en China, en Persia, en la India y otros países dependientes vemos en los últimos decenios la política del despertar de decenas y centenas de millones de hombres a la vida nacional, una política que tiende a liberarlos del yugo de las "grandes" potencias reaccionarias. Sobre este terreno histórico concreto, una guerra puede tener también hoy un carácter progresista burgués, puede ser una guerra de liberación nacional.
    Basta considerar la guerra actual como una prolongación de la política de las "grandes" potencias y de las clases fundamentales de las mismas para ver de inmediato el carácter antihistórico, la falsedad y la hipocresía de la opinión según la cual puede justificarse, en la guerra actual, la idea de la "defensa de la patria".

El ejemplo de Bélgica
    Los socialchovinistas de la Triple (hoy Cuádruple) Entente (en Rusia, Plejánov y Cía.) gustan sobre todo de invocar el ejemplo de Bélgica. Pero este ejemplo se vuelve contra ellos. Los imperialistas alemanes han violado desvergonzadamente la neutralidad de Bélgica, como han hecho siempre y por doquier los Estados beligerantes que, cuando les conviene, pisotean todos los tratados y todas las obligaciones. Admitamos que
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todos los Estados que tienen interés en respetar los tratados internacionales hubieran declarado la guerra a Alemania para exigir que este país evacuase a Bélgica y le pagara una indemnización. En este caso, la simpatía de los socialistas estaría, como es natural, del lado de los enemigos de Alemania. Ahora bien, la cuestión estriba precisamente en que la "Triple (y Cuádruple) Entente" no hace la guerra por Bélgica. Esto lo sabe muy bien todo el mundo, y solo los hipócritas lo disimulan. Inglaterra saquea las colonias de Alemania y Turquía; Rusia hace lo propio con Galitzia y Turquía; Francia procura conseguir la Alsacia-Lorena e incluso la orilla izquierda del Rin; con Italia se ha firmado un tratado para repartir el botín (Albania y el Asia menor), y con Bulgaria y Rumania se regatea también por el reparto del botín. En la guerra que hoy libran los gobiernos actuales ¡no se puede ayudar a Bélgica más que ayudando a estrangular a Austria o a Turquía, etc.! ¿¿A qué viene aquí la "defensa de la patria"?? Justamente en esto reside el carácter peculiar de la guerra imperialista, guerra entre gobiernos burgueses reaccionarios, que se han sobrevivido históricamente, destinada a sojuzgar a otras naciones. Quien justifica la participación en esta guerra, contribuye a perpetuar la opresión imperialista de las naciones. Quien preconiza la explotación de las dificultades actuales de los gobiernos para luchar en favor de la revolución social, defiende la libertad real de todas las naciones sin excepción, que sólo puede ser alcanzada con el socialismo.

¿Por qué combate Rusia?
    En Rusia, el imperialismo capitalista de novísimo tipo se ha revelado plenamente en la política del zarismo con respecto

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a Persia, Manchuria y Mongolia; pero lo que predomina, en general, en Rusia, es el imperialismo militar y feudal. En ninguna parte del mundo está tan oprimida la mayoría de la po blación como en Rusia: los gran rusos sólo constituyen el 43% de la población, es decir, menos de la mitad, y el resto de los habitantes, por no ser rusos, carecen de derechos. De los 170 millones de habitantes que tiene Rusia, cerca de 100 millones están oprimidos y carecen de derechos. El zarismo hace la guerra para apoderarse de Galitzia y estrangular definitivamente la libertad de los ucranianos, para apoderarse de Armenia, de Constantinopla, etc. El zarismo ve en la guerra un medio para distraer la atención del descontento que aumenta en el interior del país y aplastar el movimiento revolucionario que va en ascenso. Hoy por cada dos gran rusos hay en Rusia de dos a tres "alógenos" privados de derechos. El zarismo pretende, por medio de la guerra, aumentar el número de naciones oprimidas, intensificar su opresión y, de este modo, minar la lucha por la libertad que libran los gran rusos mismos. La posibilidad de oprimir y desvalijar a otros pueblos agrava el estancamiento económico, pues en vez de desarrollarse las fuerzas productivas, se busca la fuente de los ingresos en la explotación semifeudal de los pueblos "alógenos". Por tanto, por parte de Rusia, esta guerra tiene un carácter sumamente reaccionario y opuesto a toda libertad.
¿Que es el socialchovinismo?
    El socialchovinismo es la sustentación de la idea de "defensa de la patria" en la guerra actual. De esta posición derivan, como consecuencia, la renuncia a la lucha de clases, la votación de los créditos de guerra, etc. Los socialchovinistas aplican,
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de hecho, una política antiproletaria, burguesa, pues lo que propugnan en realidad no es la "defensa de la patria" en el sentido de la lucha contra el yugo extranjero, sino el "derecho" de tales o cuales "grandes" potencias a saquear las colonias y oprimir a otros pueblos. Los socialchovinistas repiten el engaño burgués de que la guerra se hace en defensa de la libertad y de la existencia de las naciones, con lo cual se ponen del lado de la burguesía contra el proletariado. Entre los socialchovinistas figuran tanto los que justifican y exaltan a los gobiernos y a la burguesía de uno de los grupos de potencias beligerantes como los que, a semejanza de Kautsky, reconocen a los socialistas de todas las potencias beligerantes el mismo derecho a "defender la patria". El socialchovinismo, que defiende de hecho los privilegios, las ventajas, el saqueo y la violencia de "su" burguesía imperialista (o de toda burguesía en general), constituye una traición absoluta a todas las ideas socialistas y a la resolución del Congreso Socialista Internacional de Basilea.


El manifiesto de Basilea
    El manifiesto sobre la guerra, aprobado por unanimidad en Basilea en 1912, tenía en cuenta precisamente la guerra entre Inglaterra y Alemania, con sus aliados actuales, que estallo en 1914. El manifiesto declara abiertamente que ningún interés popular puede justificar una guerra semejante, que se libra en áras de los "beneficios de los capitalistas y por conveniencias dinásticas", sobre la base de la política imperialista, expoliadora, de las grandes potencias. El manifiesto declara en forma expresa que la guerra es peligrosa "para los gobiernos" (para todos sin excepción), hace notar que sienten el temor a la "revolución proletaria" y señala con toda precisión el ejemplo

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de la Comuna de 1871 y el de octubre-diciembre de 1905, es decir, el ejemplo de la revolución y de la guerra civil. Así, pues, el manifiesto de Basilea establecía, justamente para la guerra actual, la táctica de la lucha revolucionaria de los trabajadores contra sus gobiernos en escala internacional, la táctica de la revolución proletaria. El manifiesto de Basilea repite las palabras de la resolución de Stuttgart de que en caso de estallar la guerra, los socialistas deben aprovechar la "crisis económica y política" creada por ella para "precipitar el hundimiento del capitalismo", es decir, aprovechar en beneficio de la revolución socialista las dificultades que la guerra causa a los gobiernos, así como la indignación de las masas.
    La política de los socialchovinistas, que justifican la guerra desde el punto de vista burgués sobre los movimientos de liberación, que admiten la "defensa de la patria", que votan en favor de los créditos de guerra y participan en los ministerios, etcétera, es una traición abierta al socialismo, que sólo puede explicarse, como veremos más adelante, por el triunfo del oportunismo y de la política obrera nacional-liberal en el seno de la mayoría de los partidos europeos.
Las falsas referencias a Marx y a Engels
    Los socialchovinistas rusos (con Plejánov a la cabeza) se remiten a la táctica de Marx con respecto a la guerra de 1870; los alemanes (por el estilo de Lensch, David y Cía.) invocan la declaración de Engels en 1891, sobre el deber de los socialistas alemanes de defender la patria en caso de guerra contra Rusia y Francia coaligadas; finalmente, los socialchovinistas del tipo de Kautsky, deseosos de transigir con el chovinismo internacional y de legitimarlo, se remiten al hecho de que Marx y
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Engels, aun condenando como condenaban la guerra, se pusieron constantemente, desde 1854-1855 hasta 1870-1871 y en 1876-1877, de parte de tal o cual Estado beligerante, una vez que la guerra, pese a todo, había estallado.
    Todas estas referencias constituyen una indignante desna turalización de las ideas de Marx y Engels para complacer a la burguesía y a los oportunistas, de la misma manera que los escritos de los anarquistas Guillaume y Cía. tergiversan las ideas de Marx y Engels para justificar el anarquismo. La guerra de 1870-1871 fue, por parte de Alemania, una guerra históricamente progresista hasta la derrota de Napoleón III, pues él, de acuerdo con el zar, había oprimido a Alemania durante largos años, manteniendo en ella el fraccionamiento feudal. Pero en cuanto la guerra se trasformó en un saqueo de Francia (con la anexión de Alsacia-Lorena), Marx y Engels condenaron resueltamente a los alemanes. E incluso al comienzo mismo de la guerra, Marx y Engels aprobaron la negativa de Bebel y Liebknecht a votar los créditos y aconsejaron a los socialdemócratas no mezclarse con la burguesía, sino defender los intereses independientes, de clase, del proletariado. Extender esta apreciación sobre una guerra progresista burguesa y de liberación nacional a la guerra imperialista actual, es mofarse de la verdad. Lo mismo puede decirse -- y con mayor razón -- de la guerra de 1854-1855 y de todas las guerras del siglo XIX, cuando no existían ni el imperialismo actual, ni las condiciones objetivas ya maduras para el socialismo, ni partidos socialistas de masas en todos los países beligerantes es decir, en una época en que no se daban precisamente las condiciones en que se basaba el manifiesto de Basilea para trazar la tactica de la "revolucion proletaria" en relación con la guerra entre las grandes potencias.

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    Quienes invocan hoy la actitud de Marx ante las guerras de la época de la burguesía progresista y olvidan las palabras de Marx, de que "los obreros no tienen patria" -- palabras que se refieren precisamente a la época de la burguesía reaccionaria y caduca, a la época de la revolución socialista --, tergiversan desvergonzadamente a Marx y sustituyen el punto de vista socialista por un punto de vista burgués.
La bancarrota de la II Internacional
    Los socialistas del mundo entero declararon solemnemente en 1912, en Basilea, que consideraban la guerra europea que se avecinaba como una empresa "criminal" y archirreaccionaria de todos los gobiernos, que debía precipitar el hundimiento del capitalismo engendrando inevitablemente la revolución contra él. Llegó la guerra y estalló la crisis. En vez de aplicar una táctica revolucionaria, la mayoría de los partidos social-demócratas aplicó una táctica reaccionaria, poniéndose del lado de sus gobiernos y de su burguesía. Esta traición al socialismo marca la bancarrota de la II Internacional (1889-1914), y nosotros debemos tener una clara idea de qué es lo que ha provocado esta bancarrota, qué ha engendrado el socialchovinismo y qué le ha dado fuerza.

El socialchovinismo es el oportunismo
más acabado
    Durante toda la época de la II Internacional se libró en todas partes una lucha en el seno de los partidos socialdemócratas entre el ala revolucionaria y el ala oportunista. En
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varios países (Inglaterra, Italia, Holanda y Bulgaria) se llegó, con este motivo, a la escisión. Ningún marxista dudaba de que el oportunismo expresa la política burguesa en el movimiento obrero, los intereses de la pequeña burguesía y de la alianza de una ínfima porción de obreros aburguesados con "su" burguesía, contra los intereses de las masas proletarias, oprimidas.
    Las condiciones objetivas de fines del siglo XIX reforzaron especialmente el oportunismo, trasformando la utilización de la legalidad burguesa en servilismo ante ella, creando una pequeña capa burocrática y aristocrática de la clase obrera e incorporando a las filas de los partidos socialdemócratas a muchos "compañeros de ruta" pequeñoburgueses.
    La guerra aceleró este desarrollo, convirtiendo el oportunismo en socialchovinismo, y la alianza secreta de los oportunistas con la burguesía en una alianza abierta. Además, las autoridades militares han declarado en todas partes el estado de guerra y amordazado a las masas obreras, cuyos viejos jefes se han pasado, casi en su totalidad, al campo de la burguesía.

    La base económica del oportunismo y del socialchovinismo es la misma: los intereses de una capa ínfima de obreros privilegiados y de la pequeña burguesía, que defienden su situación excepcional y su "derecho" a recibir unas migajas de los beneficios que obtiene "su" burguesía nacional del saqueo de otras naciones, de las ventajas que le da su situación de gran potencia, etc.
    El contenido ideológico y político del oportunismo y del socialchovinismo es el mismo: la colaboración de las clases en vez de la lucha entre ellas, la renuncia a los medios revolucionarios de lucha y la ayuda a "su" gobierno en su difícil situación, en lugar de aprovechar sus dificultades en favor de la

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revolución. Si consideramos todos los países europeos en su conjunto, sin detenernos en personalidades aisladas (aunque se trate de las más prestigiosas), veremos que precisamente la corriente oportunista ha sido el principal sostén del socialchovinismo, y que del campo revolucionario se alza, casi en todas partes, una protesta más o menos consecuente contra esa corriente. Y si examinamos, por ejemplo, la manera cómo se agruparon las diversas corrientes en el Congreso Socialista Internacional de Stuttgart, en 1907, veremos que el marxismo internacional se pronunció contra el imperialismo, mientras que el oportunismo internacional se manifestó ya entonces en su favor.
La unidad con los oportunistas es la alianza de
los obreros con "su" burguesía nacional y la
escisión de la clase obrera revolucionaria
internacional
    En el pasado, antes de la guerra, el oportunismo fue considerado a menudo como un componente legítimo, aunque "divisionista" y "extremista", del Partido Socialdemócrata. La guerra ha demostrado que esto ya no será posible en el futuro. El oportunismo "ha llegado a su plena madurez" y desempeñado hasta el fin su papel de emisario de la burguesía en el movimiento obrero. La unidad con los oportunistas se ha vuelto pura hipocresía, de la que vemos un ejemplo en el Partido Socialdemócrata Alemán. En todas las grandes ocasiones (como por ejemplo en la votación del 4 de agosto), los oportunistas presentan su ultimátum y logran imponerlo gracias a sus múltiples vínculos con la burguesía, al hecho de tener
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la mayoría en las direcciones de los sindicatos, etc. Hoy, la unidad con los oportunistas significa de hecho la subordinación de la clase obrera a "su" burguesía nacional y la alianza con ella para oprimir a otras naciones y luchar por los privile gios de toda gran potencia, lo cual representa la escisión del proletariado revolucionario de todos los países.
    Por dura que sea, en algunos casos, la lucha contra los oportunistas, que dominan en muchas organizaciones, y sean cuales fueren en los distintos países las peculiaridades que adopte el proceso de depuración de los partidos obreros para desembarazarse de los oportunistas, este proceso es inevitable y fecundo. El socialismo reformista agoniza; el socialismo que renace "será revolucionario, intransigente e insurreccional", según la acertada expresión del socialista francés Paul Golay


El "kautskismo"
    Kautsky, la más alta autoridad de la II Internacional, es el ejemplo más típico y claro de cómo el reconocimiento verbal del marxismo ha llevado en la práctica a trasformarlo en "struvismo" o en "brentanismo"[3]. Plejánov nos of rece otro ejemplo de ello. Mediante sofismas evidentes, se extirpa del marxismo su espíritu vivo y revolucionario, y se admite en él todo, excepto los medios revolucionarios de lucha y la propaganda y preparación de los mismos, así como la educación de las masas en ese sentido. Despreciando todo principio, Kautsky "concilia" la idea fundamental del socialchovinismo, la aceptación de la defensa de la pa¿ria en la guerra actual, con concesiones diplomáticas y ostensibles a la izquierda, tales como la abstención en la votación de los créditos de guerra, la actitud verbal
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en favor de la oposición, etc. Kautsky, que en 1909 escribió todo un libro sobre la inminencia de una época de revoluciones y sobre las relaciones entre la guerra y la revolución ¡ Kautsky, que en 1912 firmó el manifiesto de Basilea sobre la utilización revolucionaria de la guerra que se avecinaba, ahora justifica y exalta el socialchovinismo por todos los medios y, como Plejánov, se une a la burguesía para ridiculizar toda idea de revolución, toda iniciativa en el sentido de una lucha revolucionaria directa.
    La clase obrera no puede cumplir su misión revolucionaria universal sin librar una guerra implacable contra esa actitud de renegados, contra esa falta de principios, contra esa actitud servil hacia el oportunismo y contra ese increíble envilecimiento teórico del marxismo. El kautskismo no es fruto del azar, sino el producto social de las contradicciones de la II Internacional, de la combinación de la fidelidad verbal al marxismo con la sumisión, de hecho, al oportunismo.
    Esta falsedad esencial del "kautskismo" se manifiesta de distintas formas en diferentes países. En Holanda, Roland Holst, a la vez que rechaza la idea de la defensa de la patria, aboga por la unidad con el partido de los oportunistas. En Rusia, Trotski, que también rechaza esa idea, defiende asimis mo la unidad con el grupo oportunista y chovinista de Nasha Zariá. En Rumania, Rakovski declara la guerra al oportunismo por considerarlo culpable de la bancarrota de la II Internacional, pero al mismo tiempo está dispuesto a admitir la legitimidad de la idea de la defensa de la patria. Todas estas no son más que manifestaciones del mal que los marxistas holandeses (Gorter y Pannekoek) han llamado el "radicalismo pasivo" y que se reduce a la suplantación del marxismo revolucionario por un eclecticismo en teoría, y por el servilismo o la impotencia ante el oportunismo en la práctica.
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La consigna de los marxistas es la consigna
de la socialdemocracia revolucionaria
    Es indudable que la guerra ha creado la más grave de las crisis y acentuado increíblemente las calamidades de las masas. El carácter reaccionario de esta guerra, las mentiras desvergonzadas de la burguesía de todos los países, que disimula sus objetivos de rapiña con una ideología "nacional", suscitan ineludiblemente, en la situación revolucionaria objetiva que se ha creado, un espíritu revolucionario entre las masas. Nuestro deber es ayudar a que las masas adquieran conciencia de ese espíritu, profundizarlo y darle forma. Esta tarea sólo la expresa certeramente la consigna de la trasformación de la guerra imperialista en guerra civil, y toda lucha consecuente de clase durante la guerra, toda táctica de "acciones de masas", aplicada en serio, conduce de modo inevitable a dicha trasformación. No podemos saber si un fuerte movimiento revolucionario estallará con motivo de la primera o de la segunda guerra imperialista de las grandes potencias, o si estallará en el curso de esta guerra o después de ella, pero de todos modos nuestro deber ineludible es trabajar de un modo sistemático y firme en esa dirección.
    El manifiesto de Basilea se refiere directamente al ejemplo de la Comuna de París, es decir, a la trasformación de una guerra entre gobiernos en guerra civil. Hace medio siglo el proletariado era demasiado débil; las condiciones objetivas del socialismo no estaban aún maduras; entre los movimientos revolucionarios de todos los países beligerantes no podía haber coordinación ni cooperación; el entusiasmo de una parte de los obreros de París por la "ideología nacional" (la tradición de 1792) fue manifestación de su debilidad pequeñoburguesa, como señaló Marx en su oportunidad, y fue una de las causas del fracaso de la Comuna. Medio siglo después de ésta han

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desaparecido las condiciones que debilitaban entonces a la revolución, y hoy sería imperdonable en un socialista admitir la renuncia a actuar precisamente en el espíritu de los comuneros de París.
El ejemplo de la fraternización en las trincheras
    Los periódicos burgueses de todos los países beligerantes han citado ejemplos de fraternización entre los soldados de las naciones en guerra, incluso en las trincheras mismas. Y los decretos draconianos dictados por las autoridades militares (de Alemania y de Inglaterra) contra dicha fraternización demuestran que los gobiernos y la burguesía le conceden una gran importancia. Si pudieron producirse casos de fraternización, pese al dominio total del oportunismo en la dirección de los partidos socialdemócratas de la Europa occidental y pese al apoyo que el socialchovinismo recibe de toda la prensa socialdemócrata y de todas las autoridades de la II Internacional, ello viene a demostrar hasta qué punto sería posible acortar la duración de la guerra criminal, reaccionaria y esclavista que se hace en la actualidad y organizar el movimiento revolucionario internacional, si se realizara un trabajo sistemático en este sentido, aunque sólo fuera por los socialistas de izquierda de los países beligerantes.

Importancia de la organización ilegal
    Los anarquistas más notables de todo el mundo se han deshonrado en esta guerra no menos que los oportunistas por su socialchovinismo (en el espíritu de Plejánov o de Kautsky).
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Uno de los resultados útiles de esta contienda será, indudablemente, acabar, a la vez, con el oportunismo y el anarquismo.
    Sin renunciar en ningún caso, y cualesquiera sean las circunstancias, a aprovechar la menor posibilidad legal para organizar las masas y propagar el socialismo, los partidos socialdemócratas deben romper con toda actitud servil ante la legalidad. "Disparad vosotros primero, señores burgueses"[4], escribía Engels, aludiendo precisamente a la guerra civil y a nuestra necesidad de violar la legalidad burguesa después que la burguesía la haya violado. La crisis ha demostrado que la burguesía la viola en todos los países, incluso en los más libres, y que no se puede llevar a las masas a la revolución sin crear una organización clandestina que propague, discuta, aprecie y prepare los medios revolucionarios de lucha. Así, en Alemania, todo lo que se hace de honesto por los socialistas, se hace contra el vil oportunismo y el hipócrita "kautskismo", y se hace precisamente en la clandestinidad. En Inglaterra envían a presidio a los que distribuyen llamamientos impresos invitando al pueblo a no presentarse a filas.

    Considerar que el repudio de los métodos ilegales de propaganda y la mofa de ellos en la prensa legal es compatible con la pertenencia al partido socialdemócrata, es traicionar al socialismo.

Sobre la derrota del "propio" gobierno
en la guerra imperialista
    Tanto los partidarios de la victoria de su propio gobierno en la guerra actual, como los defensores de la consigna de "ni victoria ni derrota", adoptan igualmente el punto de vista del socialchovinismo. En una guerra reaccionaria, la clase revo-

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lucionaria no puede dejar de desear la derrota de su gobierno; no puede dejar de ver que existe una relación entre los reveses militares de este gobierno y las facilidades que éstos crean para su derrocamiento. Sólo el burgués que piense que la guerra iniciada por los gobiernos terminará indefectiblemente como una guerra entre gobiernos, y que además así lo desea, encuentra "ridícula" o "absurda" la idea de que los socialistas de todas las naciones beligerantes expresen el deseo de que todos "sus" gobiernos sean derrotados. Por el contrario, justamente esa posición respondería al pensamiento más íntimo de todo obrero conciente y se situaría en el marco de nuestra actividad encaminada a la trasformación de la guerra imperialista en guerra civil.
    Es indudable que la importante labor de agitación contra la guerra, efectuada por una parte de los socialistas ingleses, alemanes y rusos, "debilitó la potencia militar" de sus respectivos gobiernos, pero tal agitación fue un mérito de los socialistas. Estos deben explicar a las masas que para ellas no hay salvación fuera del derrocamiento revolucionario de "sus" gobiernos y que las dificultades con que tropiezan estos gobiernos en la guerra actual deben ser aprovechadas con ese fin.
Sobre el pacifismo y la concigna de la paz
    El estado de ánimo de las masas en favor de la paz expresa con frecuencia un comienzo de protesta, de indignación y de toma de conciencia del carácter reaccionario de la guerra. Aprovechar ese estado de ánimo es un deber de todos los socialdemócratas. Ellos participarán con el mayor entusiasmo en todo movimiento y en toda manifestación en ese sentido, pero no enganarán al pueblo dejándole creer que sin un movi-
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miento revolucionario se puede alcanzar una paz sin anexiones, sin opresión de las naciones y sin saqueos, una paz sin gérmenes de nuevas guerras entre los gobiernos de hoy y las clases dominantes en la actualidad. Semejante engaño sólo haría el juego a la diplomacia secreta de los gobiernos beligerantes y a sus planes contrarrevolucionarios. Quien desee una paz firme y democrática, debe pronunciarse en favor de la guerra civil contra los gobiernos y la burguesía.

Sobre el derecho de las naciones
a la autodeterminación
    El medio empleado con más amplitud en la guerra actual por la burguesía para engañar al pueblo es el de ocultar los fines de rapiña con la ideología de la "liberación nacional". Los ingleses prometen la libertad a Bélgica, los alemanes, a Polonia, etc. Pero en realidad, como ya hemos visto, se trata de una guerra entre los opresores de la mayoría de las naciones del mundo para afianzar y extender su opresión.
    Los socialistas no pueden alcanzar su elevado objetivo sin luchar contra toda opresión de las naciones. Por ello deben exigir absolutamente que los partidos socialdemócratas de los países opresores (sobre todo de las llamadas "grandes" potencias) reconozcan y defiendan el derecho de las naciones oprimidas a la autodeterminación, y justamente en el sentido político de esta palabra, es decir, el derecho a la separación política. El socialista de una gran potencia o de una nación poseedora de colonias, que no defiende este derecho, es un chovinista.
    La defensa de este derecho no solamente no estimula la formación de pequeños Estados, sino que, por el contrario,

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conduce a que se constituyan, del modo más libre, más deciclido y por lo tanto más amplio y universal, grandes Estados o federaciones de Estados que son más ventajosos para las masas y más adecuados para el desarrollo económico.
    A su vez, los socialistas de las naciones oprimidas deben luchar absolutamente por la unidad plena (incluida la unidad orgánica) de los obreros de las naciones oprimidas y opresoras. La idea de una separación jurídica entre una y otra nación (la llamada "autonomía cultural nacional" propugnada por Bauer y Renner) es una idea reaccionaria.
    El imperialismo es la época de la opresión creciente de las naciones del mundo entero por un puñado de "grandes" potencias, razón por la cual la lucha por la revolución socialista internacional contra el imperialismo es imposible sin el reconocimiento del derecho de las naciones a la autodeterminación. "Un pueblo que oprime a otros pueblos no puede ser libre" (Marx y Engels). Un proletariado que acepte que su
nación ejerza la menor violencia sobre otras naciones no puede ser socialista