miércoles, 19 de agosto de 2009

Un articulo del PRCC responde a criticas.


El presente articulo tomado de la pagina del PRCC lo publicamos como parte del debate abierto por los camaradas del CLP "Manolo Bello" con una carta abierta en la que se criticaba el oportunismo del PRCC en la lucha contra el revisionismo.


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By prccanarias
David Delgado
El PRCC va a cumplir en las próximas semanas un año de vida. Un período corto de tiempo ha transcurrido aún para el propósito de levantar un partido revolucionario en Canarias. Pero vamos por el buen camino. Nuestra trayectoria, aunque de momento breve en el tiempo, es muy dilatada por el abundante y permanente trabajo teórico y práctico que hemos encauzado.
Sin embargo, nuestra inconfundible posición de clase, nuestro compromiso militante revolucionario y nuestro “estilo”, como lo denominan algunos, causa malestar entre distintos sectores políticos y sociales.
Entre el autodenominado campo de la “izquierda nacional canaria”, cuya seña de identidad es el independentismo pequeño-burgués anticomunista, la reacción inmediata tras la irrupción del PRCC fue la de acusarnos de divisionistas. ¿Con la cantidad de organizaciones “independentistas” que existen, cómo se atreven los comunistas a organizarse? ¡Están dividiendo al movimiento!, dijeron algunas voces por aquel entonces.
La preocupación real de los representantes de estas organizaciones políticas y sindicales, no era el hecho de que se conformase un nuevo grupo político que defendiese la independencia. Lo que les disgustaba era que quienes se organizacen fuesen ni más ni menos que los comunistas. ¡Que osadía por nuestra parte!
“Confórmense con ser una corriente de opinión dentro de los partidos ya existentes”, decían otros. Cualquier cosa antes de que los comunistas organizados autónomamente desenmascaremos su naturaleza política y de clase.
Al respecto ya hemos señalado en distintas ocasiones que no somos los comunistas quienes fomentamos el divisionismo. Son precisamente quienes vierten esta falsa acusación, los que son incapaces de unirse entre sí, aún cuando defienden los mismos intereses.
De hecho, estamos radicalmente en contra del divisionismo como hemos demostrado a lo largo de nuestra existencia: con el llamamiento a la unificación de los comunistas en torno a la consigna de la República Socialista Canaria, con la defensa de un Frente amplio de carácter anticolonial, antiimperialista y antimonopolista para la Liberación Nacional que conduzca a Canarias hacia una República independiente y democrática, y con la participación en el Primero de Mayo unitario de 2009, entre otros ejemplos.
Por lo tanto, esa negación del derecho a existir los comunistas como organización independiente, fue en realidad un intento infructuoso de neutralizarnos.
Ahora, un año después, no sólo han caído todos los argumentos contrarios a la necesidad de crear un partido como el nuestro, sino que nos hemos erigido como la organización anticolonialista que mayores aportaciones teóricas, formativas e informativas realizamos periódicamente.
Fundamentalmente, como sabemos hacia donde vamos, qué estrategias y tácticas empleamos y cual es nuestro objetivo, no caemos en la imprecisión y la ambigüedad de quienes no se definen ideológicamente y están empantanados.
Hubo, y todavía hay, quien nos echaba en cara que en Canarias ya existía un partido comunista antes de la presentación del PRCC. En eso estamos de acuerdo. Nunca hemos negado esta realidad ni hemos afirmado que seamos los únicos comunistas organizados de Canarias.
Los leninistas canarios aglutinados en el PRCC, que abogamos por la descolonización e independencia de Canarias, hemos insistido en que nuestra diferencia con respecto al PCPC es principalmente táctica.
La institución de una Escuela Nacional de Cuadros, concebida para la formación ininterrumpida de los militantes del Partido es, a todas luces, uno de los precedentes que hemos sentado en Canarias. Es nuestra manifestación de que el debate continuo y el estudio disciplinado lo situamos en primera línea en la vida del Partido.
Con la modestia de una organización recién creada, nuestras banderas han estado en las principales movilizaciones en Canarias. Nuestros militantes han participado en reuniones unitarias impulsando esas movilizaciones y su carácter lo más amplio posible. Y, por supuesto, hemos salido a la calle a repartir hojas informativas y tirado de cola para realizar la humilde tarea de pegar carteles.
Nuestro seguimiento y participación en el conflicto de la Empresa Municipal de Guaguas, también ha inquietado a algunas personas acostumbradas a que la izquierda política se limite a “solidarizarse” acríticamente con los trabajadores implicados en las luchas que se suceden, sin realizar ningún tipo de análisis ni emitir ningún juicio reprobatorio. Pues todos sabemos que un trabajador es un voto y no hay que enfrentarse jamás a los votantes ni a sus representantes.
Afortunadamente esa no es nuestra actitud, y defendimos en todo momento las decisiones tomadas por la mayoría de los trabajadores, sin dejar de ofrecer nuestras legítimas opiniones. Y criticamos, cuando lo consideramos inexcusable, a los representantes sindicales y al Comité de Empresa por sus métodos, en su actuación ante el conflicto, advirtiendo de la pasividad de los trabajadores cuando fue necesario.
Cuando hicimos campaña por el boicot a las elecciones europeas, inmediatamente algunos nos denominaron ultraizquierdistas por nuestra posición. No comprendieron que a diferencia de éstos, nuestra campaña era muy concreta. La pequeña burguesía afronta cada trámite electoral con los mismos planteamientos que en las anteriores ocasiones. Para ellos, las elecciones, que son la única vía para alcanzar sus imprecisos objetivos, son todas iguales.
Es precisamente el grupo de los encandilados con el prócer vasco Arnaldo Otegi, y que hicieron campaña por Iniciativa Internacionalista (II-SP), quienes pecan de ultraizquierdismo. Defienden eslóganes importados y demuestran su síndrome de colonizados ideológicos de izquierda, sin analizar su propia realidad y sus propios intereses.
Más allá de las fronteras canarias, nos han acusado de ser trotskistas, maoistas e incluso estalinistas.
Basta echar un vistazo a nuestro Documento Fundacional, conocer nuestra línea política y leer los artículos que diariamente publicamos, para columbrar que nuestra ideología es la marxista-leninista.
Ahora nuestro mayor delito, es defender el carácter mercantil del socialismo. O como se conoce generalmente: el socialismo de mercado. ¡Incluso nos atrevemos a negar que China sea una potencia capitalista!
En el colmo del delirio y la desorientación ideológica, algunos van más allá y nos tildan de pro imperialistas chinos. Lo que implica aseverar que China es un Estado imperialista y nosotros los defensores de ese “imperialismo” en Canarias.
Otros nos dicen que caemos muy bajo por reconocer a Vietnam como un país socialista. A ese extremo hemos llegado.
Ni somos pro chinos, ni pro vietnamitas: simplemente asumimos la tarea de llevar a Canarias al socialismo y de encontrar, por lo tanto, el camino propio de la clase obrera de este país colonizado para hacerlo. Esa es la ambiciosa tarea que hemos echado sobre nuestros hombros.

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